Thursday, April 15, 2010

Mutismo selectivo

"Si lo que yo hago viene de mi humanidad decepcionante, se destruirá por sí mismo. Pero si realmente viene de Dios, no podréis ponerle obstáculos y os arriesgáis a estar luchando contra el mismo Dios"
Gamaniel

Los pancarteros están en su momento de gloria. En los medios, un día si y otro tambien, salen y se regodean como pavorreales henchidos, cada que hablan de los -reales o inventados- abusos de sacerdotes contra niños. Unos no tienen empacho en hablar de "el fin de la Iglesia", otros despotrican contra el celibato. Los de más allá rescatan toda clase de historias sórdidas y otros -como el mentiroso profesional López-Dóriga- se burlan de las posturas que miembros del clero fijan.

Poco importa que las credenciales morales e intelectuales de los pancarteros sean mínimas. Por ejemplo, cuántos hoy acres censores de las costumbres sexuales de los clérigos no esconderán historias más sórdidas y torcidas. Tampoco importa que mientan otorgandole a estos abusos licencias de exclusividad, mientras estén a la moda, y la moda hoy es "péguenle al padre".

Porque abusos similares suceden en casas de familias nucleares, en escuelas laicas, y hasta en los matrimonios que ahora todos llenan de loas, los matrimonios homosexuales. Pasan en la ciudad y en el campo, y hasta estoy seguro que pueden suceder en los ultra-venerados CRIT. En cualquier lado puede uno encontrar una mente torcida. Pero de eso no dicen nada los pancarteros.

Son los mismos que en tiempos de Fox elevaban la súplica lastimera de "no generalizar al PRI" solo por las trapacerías y marranadas de unos cuantos malos elementos. Ahora claman como pericos descerebrados sobre la culpabilidad de "la Iglesia entera". Son los mismos que promovieron el asesinato en primer grado llamado "aborto". Los mismos pobres diablos que dicen tenerles sin cuidado la opinión de la Iglesia, pero viven al pendiente de lo que sus jerarcas declaren, señalen, puntualizen o demás falsos sinónimos del verbo decir.

El problema es que apuesto 100 contra uno a que cuando todos ellos estén en un estado en que le sirvan mejor al país (como abono), la Iglesia va a seguir tan viva como siempre. Debido a un pequeño detalle.

¡Es la Iglesia de Dios!

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