

(c) Imagen de NFL.com
"los Gigantes no podrán defender por aire a Nueva Inglaterra y por ende, Tom Brady tendrá un estupendo partido y la historia guardará esta temporada y los números de este histórico quarterback como uno de los capítulos más brillantes de todos los tiempos."
Estas son las optimistas palabras de un soberbio y tonto Enrique Garay. Al final, ni Brady tuvo un estupendo partido y la historia si va a guardar esta temporada, como en la que los perfectos no pudieron a la hora buena. Pero no pudieron por ineptitud o por falta de talento, sino porque enfrente se encontraron un muro de granito, y porque el Dr. Manning se transformó Mr. Eli
No soy experto y no pretendo serlo... En realidad debo confesar que más bien mi insistencia en que ganaba Gigantes era porque tengo cierta antipatía hacia los Pats. Pero lo dije, y si hubieran ganado los de Boston, entonces me seguiría sosteniendo en lo dicho.

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Volviendo al juego, no cabe duda que fue uno de los mejores que he visto, y para muestra el botón de la última serie de Gigantes, que empezó desde su propia yarda 14, y en la que los Pats tuvieron al menos 3 oportunidades claras de liquidar el partido. Primero, un pase que casi intercepta Asante Samuel, un fumble del propio Manning que logró recuperar, y la jugada memorable, donde Eli se escapa entre tres defensivos para soltar un pase que Tyree logró atrapar apretando con el alma el balón a su casco. Y que tal esa jugada en cuarta y 1, donde se jugaron el todo por el todo los Gigantes.
Así, al final ganó el que merecía ganar por lo que hizo en el juego grande. A Brady se le escapó la oportunidad de igualar a Joe Montana con 4-0 en superdomingo y la temporada perfecta acabó. Pats que tuvo 16-0 en temporada regular, habría cambiado cualquier triunfo de esos 16, por el anillo de Super Tazón.
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